El V concurso de relato de Sttorybox y el humano ante la falta de ética

Tras el portentoso éxito de público del IV concurso de Sttorybox, la red social para escritores aficionados regalaba a sus usuarios y su propia página la oportunidad de un nuevo espectáculo literario popular con un V certamen lanzado en los albores de la Navidad, prometiendo —gracias al tiempo libre típico de las épocas festivas— la más encarnizada lucha de talentos aficionados en la historia de su web, aun con las ausencias de estrellas como Malori, mariarodar o Tritio.

Hoy, ofrecemos un primer epílogo a 21 días en un concurso de voto público con el resumen de las fases eliminatorias de este espectacular quinto concurso de Sttorybox, así como una escalofriante reflexión final sobre su extrapolación al comportamiento humano general ante la falta de ética.

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Las nuevas bases

Tras la extravagante victoria de un La factoría desconocido para la mayor parte del público y con claros errores gramaticales desde la primera línea, la nueva edición arrancaba con un claro compromiso por parte de la administración por hacer que los errores pasados se subsanasen, refrendado en unas nuevas bases centradas en acabar con el principal problema del anterior concurso: el voto falso.

Spam en comentarios, uso de cuentas clones, creación de relatos de autopromoción y demás familia habían conseguido aupar a los primeros puestos del ránking relatos infumables que —una vez fueron puestos en vereda con la llegada del unicornio— ya tenían suficientes votos como para mantenerse salvados durante las cuatro fases del concurso.

La joven administración de Sttorybox demostró una voluntad de limpieza mayúscula, innecesaria para sus intereses personales, dejando patente una atención por sus usuarios que —en mi opinión— en ningún momento se ha valorado como se merece. Todos los anteriores supuestos fueron prohibidos bajo pena de baneo de cuenta (medida que, eso sí, no se ha aplicado hasta ese extremo cuando tal vez debería), llevándose a cabo una política de investigación de las cuentas denunciadas en la que la constatación de alguno de estos hechos suponía la pérdida de los MG falsos.

bases 50 concurso SB

Además, las numerosas quejas por la preselección final de la anterior fueron escuchadas. Tras pasar de unos 200 a 25, algunos de los relatos estrella quedaron fuera, mientras extraños finalistas de talento dudoso aparecieron en el listado, generando indignación en el colectivo de participantes. Ante esto, se eliminó el acceso a la siguiente ronda por porcentaje a solo los 50 relatos más votados por el público, lo cual permitiría una elección de finalistas más minuciosa, trabajada y justa.

Por último, los votos no serían acumulativos, solo contando los de la última caja en cada una de las ahora cuatro rondas, en para mí la mejor medida para asegurar el que el trabajo en el concurso fuese estable a lo largo de sus dos meses.

Con todo ello, el concurso experimentaba una sustancial mejora de condiciones para el participante, la ya citada demostración del trabajo de la gente de SB por mejorar más y más sus prestaciones y su capacidad para escuchar las propuestas de mejora.

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Miriam, principal cara visible de Sttorybox, sobre su unicornio

El récord y las tres primeras rondas

Como ya he comentado, la Navidad hacía prever una importante subida en el nivel de participación del concurso, aun cuando en anteriores ediciones este había ido aumentando casi exponencialmente.

Lo de esta fue abismal.

A cierre de primera ronda o periodo de inscripción y pese a que en este caso solo se podía poner un texto por participante, más de 3000 relatos tomaban parte en el juego, aumentando a un ritmo galopante y generando, por el modelo de concurso, una desaparición de participantes en un mar de rivales. En otras palabras, una vez el relato entraba a concurso, o interactuaba o desaparecía bajo el peso del resto de concursantes sin ser leído más que por una o dos personas. Esto fomentó muchísimo la citada interacción entre concursantes, así como la lectura de otros relatos al haberse vetado el comentario fácil (“Me encanta” “Qué guay” “Maravilloso”).

Esta primera fase fue seguramente la más caótica y divertida de la historia del concurso (con permiso de la ronda final), dando un verdadero espectáculo.

La segunda ronda fue recibida con la sorpresa de que los MG no fuesen acumulativos. Muchos habían querido guardarse un buen colchón de corazoncitos para luego tumbarse a la bartola, pero esta vez no iba a funcionar. Tanto esta como la tercera pasaron sin mayores contratiempos ni sorpresas, con apenas una o dos caídas renombradas por episodio, así como algún inesperado abandono.

La principal novedad de formato de esta edición fue tener que elegir inicio entre ganadores de miniconcurso previo

La ronda final

Ya con la caída a 125, se había visto alguna minipráctica deshonesta en aras de superar la ronda. Tal vez por ello, la cuarta ronda prometía un espectáculo inético de dimensiones bíblicas, que narro en este caso sobre mi propio ejemplo como participante de relato con capacidad objetiva de final y sin peticiones de MG fuera de la página.

En un primer momento, traté de seguir con mi limpia política: leerme lo de los demás, dar corazoncitos y comentar a los que me guste. Con lentitud asombrosa, tardé en torno a un día en caer en la cuenta de que: A. Leerse cuatro cajas seguidas cuando la gente no sabe medir tamaño lleva un laaaargo rato; y B. al contrario que antaño, por mucho que me matase a leer y comentar, los esfuerzos y MG no volvían de vuelta.

Ahí me di cuenta de que —pese a haber estado todo el concurso por encima del 40— no iba a pasar a la final de los 50 primeros: dado que prácticamente nadie se leía enteros los relatos, la principal ventaja de los de calidad se venía abajo, imponiéndose la de los llamados “populares”, la de aquellos que tienen recursos para movilizar gente y hacerles dar Me Gusta a los relatos por amistad y no por calidad.

Ese momento es duro para alguien competitivo y que ha trabajado bien los dos meses: los pensamientos oscuros te llegan a la cabeza. “Haz trampa, qué más da”, escuchas en tu mente. De hecho, gente ahora en la final me invitaba sutilmente en comentarios a hacerlas. Sin embargo, el “milagro” ocurrió y, a base de defender el jugar limpiamente, surgió una suerte de colectivo interno en favor de ayudar a los pazguatos incapaces de subir puestos por no tener cara para pedirle a amigos antiliteratura que te voten en un concurso literario.

Así pues, gente como monjedelapaz remontó una barbaridad pese a estar condenada, y pese a que yo me esforzaba porque los votos me llegasen por mi esfuerzo y método limpio (salvo los dos que tenía claro que iba a pedir a dos de mis mejores amigos en caso de verme mal), los únicos que recibía venían de estas almas caritativas, que llegaron a auparme por encima de la línea de corte, donde me correspondía entrar, pero de forma injusta para otros en mi situación que, mereciéndolo tanto como yo, esperaban la muerte muy lejos de la frontera de los 50.

El caso es que tanto daba: en cuanto mi relato pisaba campos de salvación, los que caían por debajo de ella recibían de pronto 10 MG salidos de quién sabe dónde, mandándome de nuevo al infierno. Tengo muy claro que de haber obtenido 1000, la línea de corte hubiese estado en 1001. ¿De dónde los sacaban? Eso es cosa de la administración.

El jueves noche —día del cierre—, tras pasar la tarde lejos de internet entre examen, clases y nacimiento de mi nueva sobrina (gracias, gracias 😉 ), llegué a casa y vi cómo el puesto 60 me cobijaba a 8 MG de la final. Sttorybox había quitado falsos en algunas cuentas (que no echado los relatos, tal y como ponía en las bases), mientras que el corte había subido de golpe y equilibrádose más allá, siendo la distancia entre 30 puestos de los clasificados de solo 10 MG.

Con la absurda esperanza de que alguno de los traidores a la justicia de la calidad hubiese aprovechado el estrés de los administradores para hacerse cuentas clones que les repercutiesen en una futura eliminación al comprobar que los 50 clasificados lo estuviesen limpiamente, pedí los dos MG antes citados a mis dos amigos y caí eliminado en el 58º llegadas las doce de la noche, fuera de la salvación que la mayor parte de finalistas saben que merecía, bien por conocerme, bien por saber la suya injusta. Y como yo, tantos.

Mientras, en la final, unos 30 relatos sin capacidad para aspirar a nada cuentan las horas para ser eliminados por el jurado y refunfuñar contra la capacidad objetiva de este. Aún encima, habrá que darles la enhorabuena y aceptar que son mejores que nosotros por estar más arriba.

Pero yo hoy, no lo haré.

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Extracto de NO ME IMPORTÓ PORQUE YO YA ESTABA MUERTO, actual número 4 del ránking.

Para los que echan la culpa a Sttorybox

Si queréis un monólogo antispam y contra este tipo de participantes, tenéis uno precioso en el final de la segunda parte de 21 días. Aquí va una crítica no solo al modelo de injusticia que supone atacar a quienes dan la oportunidad de participar en un concurso de desarrollo abierto, sino a aquellos que consideran que la culpa de los delitos cometidos en una sociedad la tienen los jueces o legisladores.

En el pasado IV concurso (y como en todos), SB batió récord de participación. De hecho, la distribución del pase de ronda por porcentaje hizo llegar a la final unos 300 relatos cuando —según lo visto en este— se esperaban unos 50. Esto nos permite más o menos calcular que pretendían conseguir unos 200 participantes:

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Al cierre del plazo de presentación participaban, creo recordar, 1300 relatos, por no hablar del número de usuarios que pudieron llegar a registrarse para dar votos falsos. Una auténtica animalada de éxito.

Sin embargo, y cuando pudieron tumbarse a la bartola a esperar el nuevo récord en el quinto (en época navideña), esta gente fijó unas reglas mucho más estrictas, en base a escuchar y aceptar las críticas de quienes los habíamos puesto a caldo. Esto presumía una eminente bajada de porcentaje de participantes, ya que suponía que muchos de los que habían hecho trampas fáciles no participarían ante la imposibilidad de hacerlas (menos aún con la reducción de plazas finalistas).

Algunos de aquí pensarán que los certámenes se hacen por amor al arte, pero cualquiera con mínimos conocimientos en marketing actual sabe que el concurso es una estrategia de expansión de imagen de marca, llamada a nuevos usuarios e interacción de los ya fidelizados. Limitando la apertura de actos en el certamen endureciendo las bases, ¡los administradores se estaban tirando piedras a su propio tejado! ¡Estaban yendo en contra del objetivo de cualquier empresa!

Y sin embargo, ahí está la recompensa al buen trabajo: 3300 relatos a concurso. De seguir con el método antiguo, tal vez llegasen a 5000.

Además, durante, han trabajado en la plataforma (Sttorypics, concurso Instagram, diseño), restado MG falsos, escuchado quejas y rebosado una amabilidad a mi punto inmerecida por gran parte de críticos que han llegado a tildarlos de apelativos indignos. ¿Ataques recibidos por qué? Porque en la final tenemos un porcentaje descomunal de relatos de presencia inmerecida.

Estos señores y señoras han conseguido entrar en base a aprovechar los ya escasos puntos débiles de las bases: la imposibilidad de vetar la entrada de nuevos usuarios parciales y solo nacidos para votar relatos de amigos y la de hacer publicidad exagerada en soportes ajenos a la propia plataforma.

Cada opción para limitarlo es peor que la anterior. Si bien Sttorybox tendría opción a restringir los votos a los de los propios concursantes, eso le supondría un atentado a la libertad de expresión de los fieles que no participen en el concurso; si priva de poder hacer publicidad en otras plataformas, pierde sentido la realización del concurso; un número de MG limitado por usuario supone que los verdaderos lectores dejen de leer una vez acabados.

Solo el filtro ortográfico bajo denuncia o el voto ponderado según prestigio del usuario, propuestos en los comentarios de la primera caja de mi última historia-protesta, pintan como soluciones factibles para limpiar un poco el concurso, suponiendo de nuevo un apaleamiento a las aspiraciones de nuevos usuarios de la directiva de la página, en aras de hacer un certamen más limpio.

Y seguirán recibiendo críticas. ¿Por qué? Porque habrá quien vuelva a encontrar modos de saltarse la limpieza y estar en la final.

Entonces, queridos lectores, queridas lectoras, viendo que los esfuerzos de la administración son completamente demostrables, ¿por qué narices se los sigue atacando, desmotivando y dándoles razones para dejar de hacer esfuerzos y concursos cuando es evidente que el verdadero cáncer de sus concursos y origen de TODAS (si os fijáis, TODAS) las críticas no son ellos, sino la pandilla de ladrones de esperanzas que roban la posibilidad de estar en la final a relatos de calidad con obras que solo un ciego literario podría considerar como aspirantes a ganar algo?

Esta chusma despreciable (ellos saben quiénes son, siéntase identificado quien sabe que no está ahí con justicia y posibilidades) son todo aquello que indigna a participantes, desprestigia el certamen y genera el malestar y la vergüenza en las rondas definitorias. Y de ellos se pasa olímpicamente. ¿Por qué?

Porque nos hemos metido en la cabeza de que los tramposos, los injustos y los trileros forman parte de nuestra sociedad y hay que aceptarlos.

Lo cual es preocupante. Porque da muestras de lo que tiene que estar pasando a diario en la calle. Si no somos capaces de reprocharle por comentario a un relato malo su presencia en una ronda superior a su nivel, siendo la mayor parte de cuentas de la plataforma anónimas, ¿qué se hace cuando una injusticia nos pasa delante en nuestras vidas, en las que tenemos cara?

¿Separaríamos a dos personas que se liasen a ostias delante nuestra? ¿Reprocharíamos a los estafadores su comportamiento? O lo que es peor: ¿amenazaríamos, denunciaríamos y escupiríamos a maltratadores al primer síntoma? ¿O nos vamos a quedar en casa diciéndole al Telediario “Otra más. Qué hijos de puta. A estos los jueces tenían que colgarlos”?

Eso es precisamente lo que estamos viendo en Sttorybox: el que se ataque a los jueces por no ser capaces de parar las faltas de ética en lugar de ir a por estos cabrones, denunciar lo que están haciendo y avergonzarlos hasta hacerlos desistir. Y por no hacerlo estamos como estamos.

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En las dos últimas rondas, un relato de la cabeza desapareció por acción popular

Un último canto contra las aspirinas del alma

Me gustaría acabar con un último canto a la justicia más allá de cualquier concurso o pequeño juego menor.

No seáis cobardes a la hora de denunciar, atacar y afrontar las injusticias y actos delictivos.

Es muy fácil criticar a quienes están en despachos, pero la verdadera justicia no se hace en cámaras estatales u órganos de poder. Se hace a diario y en pequeños actos.

La hace la gente. La hace el pobre y la hace rico, el obrero y el jefazo, el político y el votante.

No os mintáis. No le deis aspirinas contra la culpa a vuestras almas.

Luchad por las de todos.

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Y ahora que has llegado hasta aquí, no me fastidies: comenta, comparte, haz lo que tengas que hacer, pero muestra tu opinión al respecto. Hayas participado o no, difícilmente no tendrás opinión acerca de como mínimo el apartado social. Desde el respeto, deja que se te escuche.

Epílogo (fallo del V concurso de relato de Sttorybox)

  • Sttorybox comentó uno por uno los 50 relatos finalistas. Comportamiento enorme.
  • La práctica totalidad de mis favoritos por capacidad objetiva (por no decir todos) fueron finalistas o recibieron la mención de honor.
  • Todos los faltos de corrección gramatical y ortográfica se quedaron fuera con independencia de su posición.
  • ChufiJim se llevó el título a mejor relato con uno de mis favoritos en cuanto a calidad objetiva.
  • El jurado fue justo.

13 comentarios en “El V concurso de relato de Sttorybox y el humano ante la falta de ética

  1. Pingback: 2 años! | oscargonzalezsoto

    • Entiendo que es un buen ejemplo de relato en la final con lagunas de corrección gramatical y ortográfica, tal y como tu comentario puede serlo («¿Por qué razón citaste No me importó porque ya estaba muerto (en cursiva)?. Sé claro.»).
      Te tocó como pudo tocarle a cualquiera, no requiere mayor preocupación, ya que es un hecho evidente, que incluso te puede dar visitas.

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      • Tu comentario es de lo más ridiculo, hablas desde tu frustación por no llegar a la final, el publico fue quien decidió, y aun con los errores que pueda tener la historia gustó, eso es lo importante, los errores se corrigen pero la esencia de una historia y su mensaje es lo principal, que priblema con los escritores que se la dan de críticos y lo unico q ven son los errores, estas muy lejos de ser un buen escritor porque no tienes corazón, me gustaria leer tu historia pero no sé como se titula

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        • Por orden, mi comentario no es ridículo en aspecto alguno: las faltas de ortografía y gramática en tu relato y comentario son claras, te tocó a ti por casualidad y te puede dar visitas: todo es perfectamente demostrable y, por tanto, en caso alguno ridículo.
          Paso a la segunda fase del comentario, diciendo que el hecho de que se reciban MG no implica que la calidad objetiva del relato sea mayor o menor disponiendo de recursos diferentes. Tienes todo un artículo arriba explicando mi postura, creo que no es necesario ser redundante.
          En cuanto a la parte final (y previamente atendiendo a tu petición de ofrecerte mi relato http://www.sttorybox.com/stories/14255-el-fin-del-mundo-y-otros-trastornos ), caeré en la obviedad de decir que la capacidad que alguien pueda tener como escritor es independiente de lo crítico o imbécil que pueda ser: hay enormes escritores que son unos completos gilipollas y considero que el que juzgues mi capacidad como relatista en base a un artículo no literario retrata la falta de coherencia en la parte final del comentario.
          Lamentando la extensión de la respuesta, te envío un saludo.

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  2. Pingback: La violencia de género tras las “cosas que pasan” | oscargonzalezsoto

  3. Mi querido Óscar, al igual que Laura, yo también recurrí a mi familia y amigos más cercanos, no en busca de votos, como tal, sino en busca de una opinión que me ayudara a mantener el buen nivel que requería un concurso de este estilo, lo compartí en Facebook no en afán de conseguir votos, sino porque un par de personas leen mi blog con regularidad, y aprecian mi trabajo.
    Mis expectativas del concurso, eran retomar la escritura que había descuidado por aquello de la escuela: me pareció un buen reto enfrentarme a escritores de diferentes partes del mundo, recibir buenas y malas críticas, y ver que tan lejos llegaba.
    Conforme avanzó el concurso e iba pasando de ronda, mi entusiasmo creció de forma exponencial, era grato ver constancia en las personas que se detenían a comentarme, saber que más del 90% de los votos que me ayudaban a pasar de ronda eran de personas que habían decidido leer y les había gustado lo que había escrito.
    Al ser nueva en esta plataforma, mi mejor manera de darme a conocer, como ya mencionaron, era leer otras historias y hacer una crítica constructiva a cada una, como dice el dicho «trata a los demás como te gustaría que te tratarán a ti»
    Seguro cometí un par de faltas debido a mi inexperiencia en este tipo de cosas, pero al avanzar y encontrar gente como tú, como Julioaljandro, el buen Charly, Jorge_TzN y CondesaBathory me hicieron darme cuenta de que lo más importante de este concurso, estaba justamente en las personas, en personas con esa calidad humana.
    Como es obvio, en la 4ta ronda mi constancia en número de votos siguió fiel como lo había hecho hasta el momento (oscilaba entre los 55 y 60) y eso, me dejo muy lejos de pasar a la final.
    Me molestó, por supuesto, me molestó más cuando decidí leer esas supuestas historias finalistas y darme cuenta de que muchas de ellas habían hecho caso omiso a las correcciones que amablemente otros les habían hecho, que no habían dedicado ni cinco minutos a buscar las palabras en un diccionario online, que habían brincado de 20 votos a más de 100…
    Cometí errores, y tal vez eso reste valor a mis palabras, pero ahora comprendo que estar ahí, en concursos de este calibre, es luchar limpiamente, dar lo mejor de ti, y esperar que tu talento hable por ti, y también, denunciar a los que no porten esa bandera consigo.
    Si todos nos unimos en una campaña así, tal vez podamos ayudar a los administradores a tener un concurso de mejor calidad literaria.
    No todo es trabajo de ellos, si nosotros también podemos aportar un granito de arena.

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  4. Es una situación frustrante. ¿Que puedo decir? Tengo una perspectiva diferente.
    Por mi parte no culpo a la administración y comparto opinión contigo en este aspecto. Sin embargo, me ví envuelta en acciones de las que has criticado. Por ejemplo, pedir votos externamente. Creo que lo comenté en tu caja 4: que pasé de ronda porque mis amigos me habían salvado el trasero.

    No me he fijado cuanto tiempo tienes con tu cuenta en Sttorybox, pero yo tengo un mes y medio a penas. Creé la cuenta para poder concursar. Ni siquiera recuerdo como llegué a un comentario sobre el concurso en Facebook, el chiste es que me animé porque soy una novata, una primeriza que me falta un monton de cosas que mejorar a la hora de redactar y pensé que recibiría críticas constructivas adentrándome en esto. Pensé que contaría con opiniones y muchos lectores que verían lo que hago. Quería probar hasta donde llegaría. Pero no contaba con que todos actuaban egoístas. Al principio quise no dar like a historias que no hubiese primero leído y después criticado pero claramente eso era lo único que podía hacer para poder hacer que notaran mi precencia al no tener ni un sólo seguidor y sin poder hacer «promoción» ni pedir votos a otros, ni nada. ¿De donde iba a sacr votos? Pues ahí fui a hacer de todo para que me vieran. Aunque a pesar de eso, en el concurso me límite a votar y comentar únicamente historias que me gustaron, incluso aún cuando otros participantes votaron por mi, no les regresé el voto si su historia no me gustó, pero fuera de concurso di votos a diestra y siniestra, no tenia otra forma de conseguir que vieran mi trabajo. Total, conseguí seguidores y unos escasos votos pero nada de la crítica constructiva que esperaba. Yo pensé que era genial adentrarme en el mundo de los escritores novatos y otros no tan novatos porque hay muchísima gente y segun yo contaría con muchas opiniones y muchos ojos, pero lejos tengo muchas mas visitas en mi blog ¡gracias! Jaaa, asi de malo estuvo para mi el concurso.
    Lo que me queda de esto, es que bueno ¡Ya tengo seguidores! Y con el tiempo voy a ir consiguiendo esa crítica de los que están ahí por el mero placer de leer y compartir, no de ganar un concurso. Y no pienso volver a participar hasta que cuente con suficiente gente de esa que lee y crítica bien y que sé que me dará un voto y una opinión sincera para no tener que ir mendigando nada. Y bueno, no fue del todo una decepción, conocí gente que vale la pena leer y eso es muy bueno…

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    • Ciertamente, el verdadero interés del concurso acaba yendo más allá del propio resultado, y al final te quedas con la gente. Yo estoy encantadísimo con un montón de mis compañeros de fatigas, no es fácil encontrar aficionados al tema en relaciones habituales diarias.
      Por otro lado, piensa que si tú das MG a tutiplén y sin comentar te expones a que nadie te dé esa crítica constructiva que buscas, como te ha ocurrido en el caso de los de fuera de concurso. Yo tengo más comentarios que MG en casi todas, por ejemplo, y es precisamente por leer y comentar con una cierta atención. Como decimos siempre los de márketing digital, de poco vale tener miles de usuarios si no interaccionan contigo.
      Espero seguir coincidiendo contigo en posteriores. A ver si mejorando acabamos aspirando a algo con solo nuestro trabajo.

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    • Hola, Laura, entrometiéndome un poco… jaja 🙂 Creo que tu actitud es de admirar, realmente no conozco muchas personas que reciban las críticas con los brazos abiertos, por mi parte realmente soy un crítico exigente, tanto que a muchos les parecería cruel si diera mi opinión sincera en todos los relatos. Las ganas de aprender y de mejorar que tú tienes aunque parezca mentira, es algo que a la mayoría de gente le falta, se desaniman con una crítica, o incluso se molestan por no ser capaces de aceptar la opinión de alguien más. Es normal que un escritor tenga un ego sensible, y debido a eso al menos yo me abstengo de dar mis opiniones a diestra y siniestra, luego lo consideran «mala leche» en fin, si fueses tan amable de brindarme el nombre de uno de tus relatos y tu username para buscarte en sttorybox y darte mis opiniones, sería genial 🙂 ¡Saludos!

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  5. Entrando de lleno al tema del concurso, pienso igual que vos, los administradores han hecho un esfuerzo titánico que al menos yo aprecio bastante, también considero que pedir justicia en un concurso donde la Vox Populi tenga poder, es algo imposible. Ya ves, la chica del tren siendo Best Seller en Europa mientras que otras obras (me faltan ejemplos, lo cual solo confirma lo que digo) se quedan en el completo anonimato. Pasa a nivel profesional, ¿Por qué no habría de pasar a nivel amateur? Pero que más de la mitad de relatos clasificados a ronda final sean incompetentes… es muy triste.

    Yo personalmente, le huyo bastante al conflicto innecesario, haciendo alusión a que considero un conflicto innecesario comentar un relato diciendo que no merece estar donde está. Y eso como bien dices, es cobardía. Me limito a no votarlo, ¿No es ese mi papel como votante? Algunos revolucionarios pues se sumergirán en el estiércol para tratar de hacer recapacitar al autor y que borre su relato de la lista… ¿Eso de verdad pasa? Los dos relatos que dices que se salieron del concurso (yo también los noté), creo que lo hicieron por decisión propia, no es que fueran malos y la presión social les cayera encima, de hecho uno de los finalistas clasificó gracias a un bug de la página que contaba sus votos de la tercera ronda como válidos para la cuarta.

    Ahora es cuando me desahogo u_U (Tengo derecho jaja) yo fui eliminado en el corte a 125, y estaba dentro hasta diez minutos antes de que se cerrara el plazo. Pero tres hij@s de p*ta me quitaron sus votos para que sus relatos subieran, y ¡woalá! quedé fuera. Es triste, yo comenté y di like a usuarios que se quejan de toda esta mierda de injusticias en tu relato de las cincuenta sombras, y no me devolvieron el gesto. Quiero pensar que no les gustó mi relato, pero vi a esos usuarios dándole like a historias románticas mainstream pubertas iguales a las del montón e incluso comentando que eran buenísimas. ¿Subjetividad? ¿Dónde? Personalmente, leí al menos unas doscientas de las doscientas cincuenta historias de la ronda en la que fui eliminado, y me pareció muy triste que a lo mucho unas cincuenta se llevaran mi voto, y apenas poco más de una veintena se llevaran un comentario de aprobación. Esperaba encontrar más nivel, sinceramente.

    Eso es todo lo que tengo que decir, creo que el resultado y los problemas que se presentaron en el concurso no son más que el reflejo de la sociedad en la que vivimos, donde gana el que tenga más contactos y carisma, y no el que tenga más talento y esfuerzo. Una sociedad donde la justicia es como el avatar, que cada vez que el mundo más la necesita, desaparece. A ver quién se anima a irla a sacar del iceberg en el que se encuentra encerrada.

    ¡Saludos!

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    • Otro de los fallos a mejorar, que no quería tocar para no darle publicidad: el poder quitar MG. En otras redes sociales se ha comprobado que no hay prácticamente diferencia entre que se pueda quitar o no (el 99% de los votos no se quitan y aunque lo quites la notificación sigue ahí), así que yo evitaría que se pudiese quitar el voto para evitar este tipo de deleznables comportamientos.
      Por hablar de la reflexión final acerca del carisma y los contactos, yo creo que el carisma ayuda, pero los contactos deciden. Pienso que la mayor parte de falsos finalistas no tienen ni pizca de carisma, mientras que los que nos quedamos rozando el pase por limpios lo rebosamos. Se podría decir que el carisma es un elemento para aprovechar más los contactos, pero estos son la base para que sea determinante. Tal vez haga post del tema, me parece muy interesante.

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