Qué hay detrás de la publicación de mi primer libro (II): el lanzamiento y KDP

Tal y como en el anterior he hablado de las sensaciones antes, en este segundo post trataremos los principales puntos e inquietudes de cómo se ha lanzado.

Sí: a estas alturas el libro ya está disponible, siendo seguramente este el primer anuncio “oficial” de que así es. Vamos pues a analizar algunos de los puntos de este proceso de lanzamiento del libro en Amazon.

La información y el KDP

Si algo recomiendo a cualquiera que se aventure a lanzar un libro por esta vía es informarse bien previamente. Si algo ofrece Amazon con respecto al mundo editorial es velocidad de publicación, pudiendo publicar el libro, tranquilamente, en 5 minutos. Eso sí, está claro que prepararlo tiene que llevar más.

La herramienta actual para publicarlo es KDP. El Kindle Direct Publishing aglutina a día de hoy toda la autopublicación de Amazon, habiendo absorbido viejas herramientas como CreateSpace.

KDP divide sus contenidos especialmente en dos tipos de publicaciones: ebook y tapa blanda.

fsfsd

Hay tan pocas cosas que rellenar para poder lanzar el libro en tres pasos que me permitiré poneros lo que hay en cada uno de los pasos por si tenéis curiosidad:

  1. Detalles.

Idioma, Título del libro, información de la serie (si forma parte de una saga o similar), Número de edición (si la hay), Autor, Descripción (similar a la información de contraportada), Titularidad de los derechos, Palabras clave (para favorecer la búsqueda en Amazon), Categorías (el género), Nivel educativo (psss), Contenido para adultos y si publicar el libro ya o poner en preventa.

  1. Contenido.

DRM (si quieres que Amazon evite el préstamo y similares), Subir manuscrito, Subir o crear portada, Vista previa, ISBN (no necesario).

  1. Precio.

Inscribirse en KDP Select o no, Venta en todos los territorios o no, Regalía (porcentaje del margen del beneficio de la venta que te llevas), Precio de venta, Permitir préstamo o no, Publicar.

Más allá de esto, solo tienes que meter tus datos fiscales para poder cobrar. Algo lógico para no caer en ilegalidades varias tanto por parte nuestra como de Amazon.

La preparación del manuscrito y la portada

Obviamente, publicar es fácil, pero publicar bien, no tanto.

A mi ver hay tres partes clave para que salga bien: el manuscrito, la portada y la estrategia de lanzamiento.

Manuscrito

En cuanto al manuscrito, está claro que cuando te propones publicar, el libro ya está escrito. No soy de esas personas que escriben para publicar, sino de las que publican porque escriben.

Una vez más, KDP nos da unas cuantas herramientas de lo más útiles para el arreglo del manuscrito , entre las que en mi caso destaco las plantillas. En general, que la página nos dé un documento de Word con las que solo tienes que ir pegando el texto de la obra donde corresponde sin perder el formato es ponerlo muy fácil a quien no tenga grandes conocimientos de edición. No será el trabajo de un profesional, pero para una autoedición de alguien que no busque hacerse rico, ni tan mal.

Además, tenemos varias opciones según el tamaño de libro que busquemos. Yo renuncié a un número de páginas decente por un tamaño que no me cupiese en la palma de la mano, pero por lo que veo, el tamaño más habitual suele ser uno de bolsillo en el que puede salir un número bastante respetable.

En el caso del mío, habiendo trabajado en ello en el pasado, creo que me ha quedado bastante bien, tras las tropecientas imprescindibles previsualizaciones, por supuesto. Nunca va a estar bien a la primera.

Portada

portada libro osgonso óscar gonzález soto true man. Diriges su mundo, pero... ¿quién dirige el tuyo?

En cuanto a la portada, mi propuesta era clara: contratar a mi colega Vero Rey para que me la diseñase. Como nos dicen en todos lados —y me sumo—, si una portada no es profesional, el libro pierde mucha imagen. Por suerte o desgracia, bosquejando posibilidades para enviar como ideas, me quedé bastante contento con la idea que me salió y, pudiendo trabajarla fácilmente por su sencillez, así se quedó.

Por hablar de las opciones de KDP, en la misma página de ayuda a la publicación de antes nos ofrece qué se debe tener en cuenta para calcular el tamaño de portada para el ebook y el tapa blanda (que incluye la contraportada y el lomo), así como su propio creador de portadas, que yo no recomiendo a nadie. Decir también que el libro lleva el código de barras que le mete Amazon en la parte baja de la contraportada, así que hay que contar con él para el diseño de esta. También, que en el mío aparece un mensaje arriba y debajo de “Obra protegida por derechos de autor” que yo no le he puesto y no vendrá en la versión impresa.

Por incultura o no, me llamó especialmente la atención que el formato que pidiesen para subir la imagen del tapa blanda fuese el PDF para impresión, mientras el del ebook fuese JPEG. El libro también es distinto, siendo PDF el que te recomiendan en el primero y .doc en el segundo caso, habiendo yo preferido en este el .epub, ya que la previsualización me hacía cosas en el documento que no me gustaban nada.

Estrategia de lanzamiento

Por dar una breve mención en cuanto a estrategia de lanzamiento, convendría ir calentando el panorama en redes sociales, difundir cual profeta el estreno una vez ocurra casi que con campaña de mailing, jugar con el modo preventa que ofrece Amazon, invitar a valorar y comentar a todo hijo de vecino, poner el enlace a tu libro en cada parte de ti y casi que cambiarte la foto de perfil de todas partes por el libro o tú con el libro. Parece ser que el que haya movimiento durante los primeros días favorece el posicionamiento gratuito de Amazon.

Luego estoy yo, que —como ya he mencionado— lo he sacado el otro día y a estas alturas solo lo saben dos o tres personas hasta este post. Qué paciencia tengo que tener conmigo.

Una vez enviado

Una vez has introducido los datos fiscales y cubierto los tres campos (Detalles, Contenido y Precio), el libro pasa a la revisión de calidad de Amazon. Como es lógico, esta gente no va a poner a la venta productos en su página sin mayor criterio, así que comprueban temas como que se vea bien, los datos para imprimir estén como es debido y demás asuntos de los que, en general, te avisa la previsualización de portada y manuscrito. No: no echan a nadie porque lo que diga el libro sea muy malo, no.

Decir que la práctica totalidad de los sitios en los que me informé hablaban de que —aunque el plazo máximo sea de 72 horas— en cuestión de un par de ellas el libro suele estar a la venta. Pues bien, sea por la cuarentena o no, el ebook tardó unas 3 o cuatro horas en estar listo, mientras que el tapa blanda casi un día entero. No es mucho, ni comparable a las 72 horas, pero bueno: dos horas no fueron, por si alguien tiene curiosidad en saber cuánto tarda en estar en tienda.

Algo interesante es el tema de las copias de autor. Amazon te permite pedir a precio de coste copias para el autor marcadas con un “Ejemplar no apto para la venta”.

Yo soy suscriptor de Prime, porque tener Prime Video, los envíos gratis y demás por 3 euros al mes me parece un muy buen precio. Incluso me saldría más barato comprar el libro, un 5% o así, no cobrándome tampoco los gastos de envío. Pues bien: como soy suscriptor de Amazon.es y el KDP es de Amazon.com, no me lo cuentan y no me beneficio de las ventajas para pedir las copias de autor, más allá del baratísimo precio. Curioso.

La alegría

pinchando pixabay

No me gustaría despedirme de este post sin exponer lo feliz que me hizo ver el mensaje del libro publicado. A falta de tenerlo entre las manos o de anunciarlo por todo lo alto donde mi gente pueda ver que al fin está ahí, el ver el correo de confirmación fue toda una alegría.

¿Que me hubiese gustado que alguien hubiese apostado por mi obra antes? Sí. No olvido en ningún momento que eso está ahí por mí y no porque una editorial o agente haya arriesgado conmigo.

Pero qué os voy a decir: es una alegría saber que esa historia, que esa magia que es la creatividad literaria, no se va a quedar guardada en un pen como tanta otra que ahí permanece. Que el ofrecer la posibilidad de que llegue a más gente, no por voluntad propia, sino porque de verdad ellos han querido leerlo y han puesto su granito de arena por él, es algo muy bonito para alguien que ha escrito tanto. Y que la gente que me ha apoyado durante mucho tiempo, tiene también con él su recompensa. Quizás no la más grande, quizás no de la forma más bella. Pero sí de la forma que yo supe darles.

Muchas gracias a todos.

7 cosas que hacer durante el confinamiento (y 3 que no)

Puede que para muchos el estado de alarma por el coronavirus no difiera de un domingo de lluvia cualquiera. Sin embargo, para quien las cuatro paredes de su domicilio y el #YoMeQuedoEnCasa se le hagan duros, he aquí unas cuantas alternativas para pasar el tiempo. Con las manos bien lavadas, eso sí.

Ver series y películas

plataformas digitales pexels

Sin duda, el entrenamiento de moda no podía faltar. Los catálogos de las principales plataformas online se encuentran llenos de contenidos para pasar unas horas diarias lejos de la taquicardia a la que nos someten estos días televisión y prensa escrita. Además, ¿qué mejor momento para ponerse con esa peli de 3 horas o esa serie más lenta que un caracol con maleta?

Mientras Disney+ no aprovecha el contexto para adelantar su llegada, el resto de redes se pega por nuestro tiempo y suscripciones, destacando que Movistar haya ofrecido gratis sus contenidos en versión Lite durante este mes.

Leer

chica leyendo cabizbaja

Más de una persona habrá olvidado que existen las letras fuera de la pantalla del teléfono, los apuntes y el papeleo del trabajo; sin embargo, la literatura llevaba tiempo sin verse en otra igual, siendo un entretenimiento que suele requerir de cierta atención mantenida, como la que permite este encierro de largas horas de hastío.

Por seguro que en casa hay doscientos libros que se han quedado ahí, mientras que existen numerosas plataformas web donde hacerse con más, así como iniciativas gratuitas para estos días, como la que ofrece Gómez-Jurado en su Twitter.

Y yo escribiendo por aquí en lugar de dedicarme a lanzar de una vez el nuevo libro… ¡Ay! A ver si para el mes que viene está en Amazon (cuya suscripción, por cierto, permite leer miles de libros gratis).

Videojuegos y juegos de mesa

sheldon playing xbox

Si hay más de una persona en casa, qué mejor manera que echarse unas risas arrancando de su estante alguno de esos herrumbrosos juegos de mesa perdidos entre el polvo. No es que el Hundir la flota ofrezca horas de diversión, o que el Monopoly vaya a ser lo más entrenido de tu año, pero vamos, que para un rato de compañía y nostalgia dan de sobra.

En cuanto a la vieja consola, no está nada mal desenmarañar los cables una vez más para pasarse un rato aporreando botones.

Intimar

anna shvets pexels women standing on beach

Foto por Anna Shvets

Está claro que las familias de padres e hijos pueden tener problemas en este punto, pero si estás encerrado en casa con tu pareja y el tiempo siempre es tu excusa para la pasión perdida, he aquí el momento para el redescubrimiento.

Horas y horas en las que buscar el cuerpo ajeno, recuperar sensaciones y, de paso, hacer el ejercicio que vamos a echar en falta.

Estudiar

bibliografía

Duro, pero cierto: el encierro es carne de estudio.

Mientras las oleadas de comentarios cínicos de opositores sobre nuestra nueva situación nos sacuden en las redes sociales, es cierto que podemos aprovechar algo de tiempo para hacernos algún curso online que nos guste o ponernos al día con los futuros exámenes, en caso de ser estudiantes.

Está claro que no es el pasatiempo más feliz, pero —si en algún momento hay que hacerlo—, sin duda, ahora hay tiempo.

Recuperar horas de sueño

siesta española

En la calle no, eso sí

Si eres de aquellas personas que siempre se han quejado de no tener un momento de descanso, ha llegado la hora de la venganza: la buena siesta, el acostarse algo más temprano o el levantarse algo más tarde son unas grandes alternativas a esos tiempos dedicados a los paseos, las compras o el tomar algo.

Hablar con quien hace siglos que no hablas

Juego-de-celular-para-bebés

Por último, ¿por qué no preguntarle cómo le va a esa persona que tan bien te caía?

Al fin y al cabo —si no ha leído esto—, seguramente se aburra tanto como puedas estar haciéndolo y siempre da cierta ilusión saber qué es de esa gente que la corriente de la ocupación diaria se fue llevando.

Yo al menos me he alegrado mucho de las tres personas que me han hablado durante estos días y hacía siglos que no lo hacían: ¿por qué no iba a pasarle lo mismo a los tuyos?

¿Y qué no hacer?

Mucha gente junta en un festival

Dando por hecho que esto tampoco…

Tal y como hay muchas cosas que hacer aun confinados, os apunto tres que «No, no, no»:

-Presumir de vacaciones. No: no estás de vacaciones. Estás encerrado en tu casa para preservar la salud de la gente que te rodea.

-Fingir que estás amargado si nada ha cambiado para ti. Si siempre te pasas los tiempos libres en casa, encerrado a cal y canto con la premisa “Mantita y Netflix” no te la vengas dando de víctima por las redes sociales.

-Pasarte el día consumiendo paranoias. Pasarte el día viendo los contenidos que la mala prensa ofrece en bucle para mantenerte pegado a la pantalla no es recomendable cuando el encierro suele llevar al mal ánimo. Una cosa es estar informado y otra muy distinta es dejarte intoxicar mientras compartes espacio con más gente que, se supone, quieres y no puede escapar de ti.

_______________________________

¿Qué más crees buena idea para pasar el encierro? ¿Te has pasado comprando papel higiénico? ¿Ya no soportas un segundo más de Ferreras? Comenta, comparte y todo lo demás, que es gratis y (además) ayuda a pasar el tiempo.

La mentira tras la felicidad ignorante y la tristeza del conocimiento

Con cierta frecuencia, me encuentro con todo un mantra casi que viral acerca de la sabiduría y la felicidad. Se trata de la idea dual de que el conocimiento conduce a la tristeza y el pesimismo, mientras en la ignorancia se vive feliz. La típica pregunta de si prefieres ser feliz en la ignorancia o sufrir en la verdad.

Y yo me pregunto: ¿en qué momento nos hemos creído eso?

¿Puede el descubrimiento llevar a la tristeza? Sin duda alguna, descubrir ciertas verdades puede doler. Pero… ¿es que acaso cada verdad que se revela es siempre irritante? ¿Nunca obtenemos satisfacción en el descubrimiento? Venga ya.

¿Y qué me decís de la ignorancia? ¿Es que la falta de sabiduría te vuelve feliz? ¿Qué tipo de personas sin oportunidades conocéis que sean felices? Porque yo sí he coincido con mucha gente sin curiosidad y con limitaciones a lo largo de mi vida, y claro que las he visto contentas por momentos, pero no creo que más de aquellas veces en que las he visto tristes, frustradas o (sin más) en la más pura normalidad, ajena hasta al concepto de ser feliz. ¿De veras es creíble que el vivir en la ignorancia pone a la gente contenta? Ignorancia es creer eso.

Por momentos, parece que se nos vende que la gente “profunda” debe abrazar el pesimismo; yo no tildaría de inteligente tal comportamiento por propia voluntad.

La gente inteligente de verdad puede aprovechar el conocimiento para su felicidad, puede orientar su búsqueda a lo que le dé satisfacción y puede encontrar alegría incluso en los temas que duelen, casi que con paz interior.

¿En serio es necesario elegir entre ser una persona ignorante y feliz o una inteligente y amargada? Tomadme por imbécil si queréis, pero quiero y puedo descubrir y ser feliz por ello.

En todo camino hay piedras que se clavan, pero también paisajes que sacan sonrisas y admiraciones.

______________________________________

¿Tú qué opinas? ¿Ves a las personas sabias como amargadas? ¿A quienes no saben como duendes saltarines? Comenta, opina, comparte por redes y no olvides mencionarme para que me entere (@osgonso). Y muchas gracias por leerme, de paso.